Cuando terminamos el Kriya, nos tumbamos, y mientras sonaba el Gong:
El guerrero está yace en el suelo, boca arriba. Tiene el pelo y la barba largos, muy negros. La piel tostada. Como ropa, solo lleva una especie de falda, de piel marrón claro Es un guerrero valiente: tiene pulseras, collares, algunos con dientes. En medio de su torso, y lo ocupa casi por completo, una enorme herida; todo el pecho está abierto, rojo, sangriento. A veces veo un ave-no es un buitre, es más noble, tipo un águila-que se alimenta de su pecho. No creo que sea la causa de su muerte, su muerte es más bien un combate, de los normales en su tribu.
Estoy triste, pero me doy cuenta que puedo transmutar esta tristeza en paz y alegría si le ayudo.
Le ayudo en su viaje (no puedo ver cómo, solo sé que lo hago).
En el Cielo hay muchos guerreros. Son de su misma tribu: tienen el mismo pelo y la misma barba. Visten largas túnicas. No tienen collares. Están como luminosos, difuminados. Son muchos. Todos tienen las mismas cualidades que el guerrero (o más bien el guerrero tenía las mismas cualidades de todos ellos): honestos, valientes, dedicados al Bien, respetuosos de todos. Sienten mucho respeto hacia las mujeres.
Acogen al valiente guerrero entre ellos. Él los conoce a todos, no se siente extraño entre ellos. Y hablan entre ellos. Tienen que deliberar, tomar decisiones. El guerrero no se vuelve luminoso como ellos, sino que sigue con su misma apariencia, con el pecho curado. Creo que tiene todavía más trabajo que hacer con su cuerpo físico.
Wahe guru….
28/05/2016