Deseo compartir mi forma de sentir este taller y las dos verdades fundamentales que pude entender al realizarlo.
Llegué a el porque hacía tiempo que me llamaba pero no sé daba la oportunidad, llegó y el cambio que ha producido ha sido maravilloso. La muerte que experimenté me hizo comprender que no me era doloroso marcharme, lo que duele es soltarse abandonarse a Dios, al infinito, volver a donde pertenezco porque mi ego no me lo permitía; una vez que trascendí ese momento la paz es indescriptible y el taller se hace tan corto como corta me di cuenta que es la vida para no amar, disfrutarla y aprovechar cada momento para aprender a vivir con toda intensidad.
Gracias por compartir con nosotros.
Sat Nam.