
Un par de días antes de recibir el baño de gong estuve pensando en uno de mis gatos que desaparecio hace ya dos años. ¿Qué habrá sido de él? ¿Estará vivo? ¿Donde?
Mientras caminaba pensé porque no le pregunto al gong…
Cuando llegué al baño de gong no me acordaba de esta intención manifestada dos días antes, me relaje y mi mente estaba en otras cosas, poco a poco el sonido me envolvió y me llevó de viaje. ¡De pronto aparecio mi gato! Se acercó a mi y le pude acariciar, y me di cuenta que tenía un collar puesto, sentí que estaba bien. ¡Increible!
Gracias Tom